Hermanas Agazzi

Rosa (1866-1951) y Carolina Agazzi (1870-1945) fueron dos pedagogas italianas nacidas en la provincia de Verona. Trabajaron en el ámbito de la educación infantil. En 1927, las hermanas se jubilan, pero continúan su labor, junto a un grupo de colaboradores, que aún se mantiene, a través del Centro de Pedagogía de la infancia.

Antes de explicar cómo funciona este tipo de escuelas y qué nos aporto las hermanas Agazzi es importante conocer el contexto histórico donde éstas vivieron.

A inicios del siglo XIX Italia carecía de unidad política, es decir, no constituía un Estado, sino que se hallaba fragmentada en varios. El norte de este país estaba industrializado y en él habitaba la burguesía, sin embargo, el sur era agrario y vivía el campesinado y la aristocracia anticuada. La  guerra y la pobreza marcaron la  experiencia de las hermanas Agazzi, que debían trabajar con distintas lenguas y dialectos de todas partes de Italia.

Dicho esto, se puede hablar de los métodos pedagógicos que defendían:

·         El carácter globalizador

·         Valoración de la actividad  del niño: “pensar haciendo” y “experimentar” para llegar al razonamiento lógico.

·         El valor de la alegría: juego libre y ordenado en un clima efectivo que respete el momento evolutivo del niño.

·         El conocimiento del niño a través de la observación

·         Valor del orden: orden material, estético, espiritual, moral, social y armónico.

Todo esto está basado en el uso inteligente de las cosas, en la educación del lenguaje y de los sentidos a partir del contacto con la naturaleza. Y los objetos, a través de dos instrumentos: 

·         El museo didáctico: consiste en colecciones variadas de pequeñas cosas y objetos, que niños y educadores van aportando. Estos objetos, están dotados de características de sencillas y claras, que los hacen atractivos para los niños y estimulan el juego y la adquisición de conocimientos importantes como las formas, los tamaños, el volumen, etc.

·         Las contraseñas: son símbolos inteligibles para los niños que ayudan a ordenar su actividad y conservar el orden de las cosas y del ambiente.

El método de enseñanza que utilizaban era el siguiente:

·         El niño aprende utilizando la intuición, pero siempre ligada a la vida.

·         La didáctica se basa en un uso inteligente de los objetos realistas que obtienen del entono de la escuela.

·         Se realizan actividades que provienen del hogar y la vida cotidiana: lavarse, vestirse, cuidar animales, etc.

·         Se proporciona a los niños un ambiente cálido y afectivo, similar al hogar.

·         El método también se apoya en la educación del lenguaje, cultivando el canto y el ritmo corporal.

El método Agazzi ha influido notablemente en la educación infantil italiana. Según datos del ministerio de educación italiano se calcula que en 1948 el 74% de las escuelas infantiles italianas lo seguían.

En definitiva, la labor de las hermanas Agazzi no ha quedado desapercibida y actualmente aún quedan aportes en las escuelas convencionales como: El huerto, donde los pequeños hacen sus propias plantaciones y se dedican a cuidarlas diariamente; la cesta de los tesoros; tareas del hogar y la casita; etc. Por otro lado, el método es muy económico, puesto que las hermana Agazzi se tuvieron que desenvolver en un contexto histórico muy desfavorable y esto hace que actualmente cualquier escuela pueda aplicar esa filosofía. Además, su método se basa en respetar la libertad y espontaneidad del niño mediante su trabajo independiente y la presentación de contenidos a través actividades lúdicas. Por lo que dejaríamos de lado las clases monótonas que actualmente siguen siendo grandes protagonistas en nuestras escuelas.

Como se ha indicado anteriormente, es otra forma de ver las cosas, es otro sistema y otra metodología que sin duda funciona.