jueves, 15 de mayo de 2014

Estrategias para lograr unos buenos hábitos

1.- Implicar a los niños
• A la mayoría de los niños les gusta participar en la elección, compra y cocinado de los alimentos.
• Elaborar juntos los menús familiares resulta un gran aprendizaje para el niño.
• Se puede enseñar de forma didáctica y divertida. Desde la compra en el mercado se puede ayudar al niño a conocer los alimentos naturales.
• En la cocina puede participar en la elaboración del plato.
• Se debe educar al niño para que aprenda a responsabilizarse sobre los alimentos que come.
2.- Dar un buen ejemplo.
 La mejor manera de estimular al niño a comer saludablemente es dándole ejemplo. Los niños imitan a los adultos que ven diariamente. El mensaje que se envía a los niños sobre alimentación dependerá de las conductas alimentarias de sus padres. Los hábitos son conductas que se aprenden, por lo tanto, los padres se deben esforzar a mantener una alimentación saludable.
• Comer variedad de alimentos y utilizar formas de cocción saludable tipo plancha, horno, papillote, vapor, hervido, guisado y no abusar de fritos o rebozados
• Preparar platos con una presentación atractiva. Se recomienda variedad de color para mejor aceptación
.• Limitar el consumo de comidas rápidas o platos precocinados y consumir alimentos frescos.
• Limitar el tamaño de las porciones y evitar comer demasiado. Es importante desde niños enseñar a regular la saciedad y evitar el picotear.
• Mantener una actitud positiva frente la comida y evitar sentimientos negativos promovidos por modas como la estética del cuerpo perfecto.
 • No sobornar o recompensar a los niños con comida. Evitar usar el postre como recompensa por haber comido la comida.
3.- Incluir en el menú alimentos variados.
 Para lograr una alimentación completa se debe consumir alimentos de todos los grupos básicos (lácteos, cereales y farináceos, fruta, fruta seca, verdura, legumbre, carne, pescado, huevo, aceite de oliva, etc.). La comida familiar ofrece la oportunidad de conocer alimentos nuevos y los gustos individuales con sus preferencias y aversiones.
En un menú familiar se debe potenciar:
• La fruta fresca como postre y como complemento en desayuno y merienda.
• El consumo de verdura y hortalizas como primer plato o como guarnición del segundo plato.
• El consumo de legumbre y fruta seca. La fruta seca es una alternativa muy nutritiva ideal a los caramelos o gominolas.
• El consumo de lácteos en forma de leche, yogur y queso. Se debe reducir como postre habitual en las comidas las cremas de chocolates y mousses.
• El consumo de pescado.
• El consumo de pan en todas las ingestas. Se debe dar prioridad al bocadillo frente a la bollería y pastelería ya que es un alimento muy completo y nutritivo.
• Utilizar aceite de oliva virgen.
• El consumo de agua como bebida en las ingestas principales. Los zumos de fruta y el agua se deben potenciar y son la alternativa ideal frente a las bebidas refrescantes y azucarada tipo colas, limonadas y naranjadas

4.- Respetar un horario para las comidas 
Repartir las ingestas a lo largo del día entre 5 ó 6 tomas ayuda a equilibrar la alimentación y evita el picotear o realizar ingestas muy abundantes. Se recomienda: un primer desayuno en casa, un segundo desayuno en la escuela, comer, merendar, cenar y a veces consumir un lácteo antes de irse a dormir. Un patrón alimentario saludable en el niño Se debe mantener una alimentación variada repartiendo los distintos grupos de alimentos en las ingestas diarias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario